Un poema de mi humilde autoría,
con una moraleja.
con una moraleja.
La ranita y el charco
Era una linda y solitaria ranita,
que encontró un lindo charco,
pero solo había viboritas
y la ranita entonó un canto.
Se mojaba las manitas
y fuertemente cantaba,
llamando a las demás ranitas,
y al charco se amontonaban.
Su triste canto consistía,
que se encontraba muy solita
requiriendo de compañía,
su charco lo compartía.
Las ranitas se quedaron
las viboritas se alegraron,
ya tenían en su charco,
abundante y suculentos platos.
Con esto quiero, con respeto decir,
que por muy bonito sea un lugar,
peligros y problemas podrían sufrir,
a lo desconocido, primero indagar.
Piliveryblue
(Pili González)
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Es un honor y placer ver tu hermosa huella en este humilde y mágico rincón. Mi agradecimiento total y un abrazo muy afectuoso.